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Las tareas para afrontar el impacto por el elevado precio de fertilizantes


 Por :Indalecio Dangond

La invasión de Rusia a Ucrania y su impacto económico a corto, mediano y largo plazo sobre el mercado internacional de fertilizantes y de materias primas para el sector agropecuario y de alimentos en general genera preocupación a los productores y dirigentes del país. Esto ha hecho que los gremios planteen estrategias que permitan reducir el impacto de las alzas para garantizar la viabilidad económica y la seguridad alimentaria de Colombia.

La situación con los insumos agropecuarios y fertilizantes ha generado aumentos en los costos de producción del sector agropecuario del país que ya venía golpeado por la crisis del comercio internacional tras la pandemia de la covid-19, y se ha reflejado en un incremento en los precios finales de los alimentos al consumidor.

Indalecio Dangond, experto en financiamiento al sector agroindustrial, afirmó que el 42 % de los fertilizantes que se importan a Colombia provienen de Rusia y Ucrania, y con la guerra actual advirtió sobre las consecuencias de un problema que ya “estalló” a nivel mundial.

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“La primera implicación es que va a impactar el costo de la producción de los alimentos. Es decir, una hectárea de papa, que el año pasado se cultivaba en $18 millones, hoy vale cultivarla $30 millones. Una hectárea de maíz o de arroz, que en el 2021 se cultivaban con $4.300.000, hoy se cultiva con $6 millones, son incrementos que están por encima hasta del 40 %”, sostuvo el experto.

Agregó que “el aumento en el costo de la producción de alimentos lo van a trasladar al consumidor final, que somos nosotros”.

“Es decir, en el segundo semestre de este año, se prevé que la inflación sea mucho más alta a la que tenemos hoy por encima del 8 %, y se espera que el costo de vida con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se pueda disparar mucho más”, puntualizó Dangond.

Una segunda consecuencia sería que los agricultores se van a abstener de sembrar en las mismas áreas que por lo general sembraban en el año pasado por la incertidumbre y nerviosismo de lo que pueda pasar a futuro.

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“Con este alto costo, si los precios no los aumentan, pueden automáticamente perder todas sus cosechas hasta al punto de llegar a un estado de quiebra. Se prevé que se puede reducir el área de siembra en un 35 %”, explicó el experto.

Ante esta problemática, Dangond sugirió dos soluciones, una urgente y otra importante: “La urgente es subsidiar el costo, y la importante es colocar a Ecopetrol a producir urea, esta compañía lo hizo en el pasado y lo puede volver a hacer con las emisiones que tienen en la producción de gas”.

“Nosotros no podemos seguir dependiendo de la importación de fertilizantes desde otro país”, señaló el experto.

Sobre este tema, el ministro de Agricultura, Rodolfo Zea Navarro, dio un parte de tranquilidad, manifestando que “hay suficiente abastecimiento de insumos agropecuarios para la demanda del sector agropecuario”.

Apoyo a productores y consumidores

La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), en cabeza de su presidente, Jorge Enrique Bedoya, planteó una propuesta al Gobierno nacional, que apunta al fortalecimiento adicional de transferencias económicas para la compra de alimentos a los consumidores en mayor condición de vulnerabilidad.

“Si esto es un tema inflacionario, lo que se requiere es que la gente tenga mayores recursos posibles para comprar la comida, en caso tal de registrar un precio costoso”, resaltó Bedoya.

Por el lado de la oferta, el dirigente planteó que el Gobierno gestione “una buena chequera” para poder apoyar de manera directa a los productores, con el fin de amortiguar los costos de los insumos.

“Esto implicaría, primero, que se genere un mecanismo de apoyo a los productores para los fertilizantes; sin embargo, dicho apoyo directo debería priorizar en los pequeños productores, con el fin de que ellos vuelvan a producir para que nuevamente haya una buena oferta de producto; y segundo, que los productos a escoger sean aquellos que pesan más en el consumo de los hogares colombianos”, explicó el dirigente gremial a EL HERALDO.

Otro punto planteado es que “se diseñen líneas de crédito de capital de trabajo con periodos de gracia y tasas de interés donde se aproximen a 0 para ayudar a pequeños productores”.

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“Estos pasos se deben realizar a un corto plazo, ya que los productores se van a ver muy afectados con el nuevo incremento en la tasa de interés del Banco de la República. Hay que actuar rápido, porque de no hacerlo, y si se mantiene la guerra de Rusia y Ucrania, podría llegar a presentarse un efecto de desabastecimiento parcial de los fertilizantes para lo que queda del año”, señaló Bedoya.

A mediano plazo, la SAC sugiere que bajo la normativa habeas data se publique de forma permanente el nivel de inventario de fertilizantes que tiene el país bajo el régimen de libertad vigilada.

“El nivel de inventario no solamente se debe conocer en el país, sino también el de las importaciones de fertilizantes en tiempo real, donde se puedan determinar los volúmenes de inventarios que hay en el momento, las importaciones que están llegando al país, los precios a los que están llegando las importaciones, de tal manera que se minimizan los riesgos  de posibles fenómenos especulativos en los canales de distribución de fertilizantes para los productores”, afirmó el presidente de la SAC.

Por otro lado, Bedoya dijo que para lograr una solución a largo plazo, “es importante que se realicen acciones para evaluar qué fertilizantes orgánicos y no orgánicos se pueden producir en Colombia, para que se pueda tener un plan de fertilizantes prometedor hacia el futuro”.

“Por ahora no podremos producir potasio, ni sabemos de la disponibilidad de minas de roca fosfórica para el fósforo, y obviamente en materia de urea o nitrogenados, pues depende de las plantas que hayan asociadas a empresas existentes, o si Colombia tiene las reservas de gas suficientes, y el costo haría un proyecto viable con el fin de que se generen incentivos para que empresarios inviertan en la planta de producción de fertilizantes nitrogenados”, puntualizó el dirigente.

Pequeños productores, los más afectados

 A su vez, el gerente de Fedepapa, Germán Palacio, dijo que aunque se ha garantizado un suministro parcial de fertilizantes para la producción, el problema se sigue centrando en los pequeños productores que tienen problemas de acceso a los recursos y muchos han tenido que finalizar sus actividades.

“Los importadores y productores de fertilizantes nos han garantizado suministro mínimo por dos meses más, el precio continúa alto pero los medianos y grandes productores han podido mantenerse con los precios pagados al productor. El problema es con los pequeños: no tienen recursos y han tenido que dejar la actividad”, dijo Palacio.

Agregó que “el área cultivada bajará entre un 10 % y 15 %, pero la producción se mantendrá por buen tiempo y también la productividad”.

suben costos. César Lorduy, representante a la Cámara por el Atlántico, prevé que para el segundo semestre del presente año el país pueda tener dificultades para la adquisición de materias primas por los altos costos.

“El agricultor va a terminar recibiendo el impacto de unos mayores costos en los fertilizantes, y la pregunta que sobresale si el productor asume esos costos es: ¿por qué de asumirlos tiene que traducir esas alzas al precio final? En este caso los productos agrícolas. Al dispararse estos precios, los ciudadanos no van a tener la posibilidad de poder comprarlos y en consecuencia puede existir una crisis alimentaria y reducción en áreas de producción”, explicó Lorduy.

Agregó que la crisis de los cereales generará un gran impacto en la producción.

“Colombia es un importador por excelencia de los cereales como maíz y trigo, y si no hay cereales se tendrá que acudir a otros productos de diferentes países, y los cereales que se produzcan en cualquier lugar del mundo también van a tener necesidad de fertilizantes. En resumen, llegarán cereales más costosos y productos alimenticios mucho más costosos”, detalló el congresista.

Importar urea de forma competitiva

La urea es el fertilizante nitrogenado de mayor uso a nivel mundial, donde su alto contenido en Nitrógeno (46 %), permite el crecimiento de las plantas,  mejorando el rendimiento de cultivos. Se utiliza principalmente en la producción de arroz, maíz, trigo, papa, hortalizas, entre otros.

Andrés Piñeros, presidente de Nitrofert, dijo que el consumo de urea en Colombia está en un volumen superior a las 500 mil toneladas anuales, y a pesar de que el precio de este commoditie fluctúa con base en indicadores internacionales, se puede acceder a fuentes alternativas al origen ruso, con el fin de abastecer el mercado colombiano.

Explicó que son varios los desafíos por afrontar para la producción de fertilizantes, uno es el gas y su disponibilidad a largo plazo a precios competitivos y otro punto importante es el acceso al amoniaco, ambos son imprescindibles para la producción y la captación de nitrógeno del aire para la producción de urea y otros nitrogenados.

Y agrega que la alternativa que propone para los próximos cinco años es “poder importar urea de forma competitiva en las condiciones de mercados internacionales”.

También destacó la importancia de dos macronutrientes de nutrición vegetal como el fósforo y potasio.

“El principal reto de las compañías importadoras que tienen que garantizar el abastecimiento es poder contar con cadenas de abastecimiento internacionales que estén suficientemente robustas”, dijo Piñeros.

Tomado de El Heraldo

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