Distritos de innovación exigen visión estructural, inclusión social y continuidad política, revela estudio

Los distritos de innovación pueden cerrar brechas sociales en Colombia y son una estrategia urbana que debe equilibrar productividad y sostenibilidad, según lo indica un informe del informe del Laboratorio Empresarial de Productividad (LabE) de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, Lift Growth & Innovation y la Universidad EIA.
- Este estudio ofrece un análisis sobre el diseño de distritos de innovación en Colombia, resaltando las experiencias de Bogotá y Medellín y subrayando la necesidad de modelos sostenibles.
Colombia tiene la oportunidad de transformar sus ciudades y regiones mediante distritos de innovación, siempre que estos respondan a las necesidades sociales y territoriales propias, evitando errores de modelos internacionales y priorizando la cohesión social, según lo concluye un informe del Laboratorio Empresarial de Productividad (LabE) de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, Lift Growth & Innovation y la Universidad EIA.
Los distritos de innovación pueden convertirse en motores de transformación territorial, desarrollo económico e inclusión social, siempre que se diseñen con una visión estructural, participativa y adaptada a las realidades locales, indica el análisis “Distritos de innovación: Apuestas de transformación productiva y  social”. Esto es relevante en la coyuntura actual, porque el país enfrenta desigualdades regionales, desafíos de inclusión social y la necesidad de reactivar su economía con base en el conocimiento y la innovación.
El informe advierte que no basta con infraestructura y tecnología, sino que se requiere gobernanza inclusiva y participativa, evitar la gentrificación y la exclusión de comunidades vulnerables, políticas diferenciadas para PYMEs y actores locales y continuidad política y articulación entre actores.
Este estudio hace una radiografía técnica y estratégica sobre cómo los distritos de innovación pueden convertirse en motores de desarrollo económico, inclusión y cohesión urbana en Colombia. A partir de evidencia internacional y nacional, enfatiza que estos espacios no se limitan a la infraestructura física o a la atracción de inversión tecnológica. Se requiere un enfoque equilibrado entre rentabilidad, gobernanza inclusiva y beneficios sociales tangibles.
Política pública y priorización territorial Fernando Cárdenas, investigador del estudio, explica que el diseño del distrito debe combinar indicadores de infraestructura, cooperación, densidad empresarial y producción de innovación con el enfoque del ciclo adaptativo, permitiendo identificar la madurez y el potencial de transformación de un distrito.
 Esta herramienta permite orientar decisiones de política pública y priorización territorial. “La clave está en analizar simultáneamente las condiciones estructurales, los productos generados y los impactos sociales y económicos de estos distritos”, explicó.
El informe advierte sobre procesos de gentrificación y exclusión que ya se han evidenciado en experiencias internacionales, donde el aumento del costo de vida ha desplazado a los residentes originales. Para Diana Mena, integrante del equipo del informe, “tenemos la oportunidad de diseñar ecosistemas urbanos que conecten talento, conocimiento y emprendimiento al servicio de toda la sociedad. Esa es la meta”.
Por ello, se recomienda una gobernanza participativa, políticas diferenciadas para PYMEs y estrategias activas de inclusión social, especialmente hacia poblaciones históricamente excluidas. Jhon Villareal, investigador del LabE, agrega que “cuando los distritos se diseñan desde el diálogo entre actores, se convierten en plataformas para cerrar brechas históricas, generar empleo de calidad y dinamizar economías locales”.
Bogotá y Medellín, modelos distintos pero complementarios de distrito de innovación
Bogotá impulsa el Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación–Región, con inspiración en el modelo 22@ de Barcelona, mientras que Medellín ha sido declarada Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación. Sin embargo, ambos casos revelan que, sin continuidad política, alianzas sólidas y participación ciudadana real, estos espacios corren el riesgo de fragmentarse o de perder legitimidad.
Al respecto Andrés García-Suaza, decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario e investigador del informe, destaca que “Bogotá y Medellín representan dos modelos distintos pero complementarios de distrito de innovación: mientras la capital apuesta por la articulación regional, Medellín avanza como laboratorio urbano de transformación social. 
Ambas ciudades pueden marcar la hoja de ruta para el país”. Los distritos de Ciencia, Tecnología e Innovación pueden ser un instrumento para dinamizar el desarrollo territorial. Juan Sebastián Quimbayo, autor del análisis, señala que “no se trata de replicar modelosexternos, sino de construir distritos que respondan a nuestras realidades territoriales, con innovación social, políticas públicas inteligentes y una mirada estructural del desarrollo”.
El estudio del LabE de la Universidad del Rosario, Lift Growth & amp; Innovation y la Universidad EIA, concluye que los distritos de innovación pueden ser palancas de transformación territorial si se diseñan con visión de largo plazo, articulando capacidades académicas, empresariales y comunitarias. Las universidades, en particular, deben asumir un rol activo como instituciones ancla en la formación de talento y la generación de conocimiento útil para los territorios.