Este sábado la Selección Colombia tendrá una de esas ocasiones de hacer explotar el laboratorio de ensayos, contra un rival que no se parece a nada de lo que se enfrenta en Suramérica y que, gracias a eso, ofrecerá nuevos retos como Nueva Zelanda. 

Se trata de un oponente calificado, que será un buen termómetro para saber si el equipo es lo que mostró en la goleada 4-0 a México o es el que se empantanó contra Canadá unos días después (0-0). Esa es la tarea que debe desarrollar Néstor Lorenzo.

¿Rodaje y experiencia o ensayos a granel en amistoso?

Siempre estará el debate de si estos pocos partidos que hay  antes de la competencia deben usarse para modificar muchas piezas y encotnrar alternativas en casos de emergencia en una Copa Mundo, o si es ideal mejor darle rodaje al equipo principal para que apropie movimientos y encuentre automatismos. El problema es que, con tan poco tiempo, tiene que hacerlo todo. No hay elección. 

Por eso contra Nueva Zelanda habrá que buscar alternativas para ausencias o incluso cansancio del capitán James Rodríguez, suspensiones o lesiones del arquero Camilo Vargas, Muñoz, Dávinson o Lucumí en defensa, Kerma en la mitad y claro, Luis Díaz en la banda. Siempre que estén disponibles son todos indiscutibles, ¿pero y si no lo están? La tarea de un DT precavido es proyectar todos esos escenarios, los buenos y los no tan felices.