En Colombia, la gestión del recurso hídrico es uno de los grandes retos para garantizar el equilibrio
entre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental. Aunque existe la percepción de que la
minería tiene un alto consumo de agua, las últimas cifras oficiales (2023) del Departamento
Administrativo Nacional de Estadística (DANE) cuentan una historia diferente: la participación del sector
en el uso de este recurso es mínima frente a otras actividades económicas.
De acuerdo con el DANE, la explotación de minas y canteras representa únicamente el 0,1 % del total
nacional de agua extraída, y sus vertimientos (o flujos de retorno) corresponden también al 0,1 % del
total nacional. En contraste, sectores como la agricultura, la ganadería, la caza, la silvicultura y la pesca
concentran más del 54 % del agua extraída, mientras que el suministro de electricidad, gas, vapor y aire
acondicionado alcanza cerca del 45 %. Estos datos evidencian que el impacto del sector minero sobre el
agua es muy bajo y poco significativo en comparación con otras actividades económicas.
Estos resultados son coherentes con lo señalado en el Estudio Nacional del Agua 2022, el cual indicó que
para el año 2020, la agricultura era el sector con mayor demanda hídrica, con aproximadamente 43,3 %
del consumo nacional, mientras que la minería apenas representaba un 2 % de dicha demanda.
En el caso de Drummond Ltd., la compañía ha implementado una estrategia integral para optimizar el
uso del recurso hídrico y garantizar el cumplimiento de la normativa ambiental vigente. Durante el año
2024, el 93 % del agua utilizada en sus operaciones provino de aguas lluvias y de escorrentía minera, re-
duciendo así la presión sobre las fuentes naturales. El 2 % se obtuvo de la captación de fuentes superfi-
ciales y el 5 % restante de pozos subterráneos. Además, todas las mediciones realizadas a los vertimien-
tos cumplieron con los parámetros establecidos en el artículo 10 de la Resolución 631 de 2015, que regu-
la los estándares de calidad en Colombia.