Liderazgo empático, valores claros y espacios híbridos bien diseñados son esenciales para fortalecer la identidad y el sentido de pertenencia. La cultura organizacional no depende del edificio, sino de prácticas consistentes que conecten a los equipos dentro y fuera de la oficina.

La cultura organizacional volvió al centro del debate. Con el avance del modelo híbrido, muchas empresas en Colombia han expresado preocupación por la pérdida de conexión entre equipos, la disminución de espacios de colaboración espontánea y los desafíos para mantener un sentido de identidad compartido. Aunque la presencialidad total ha regresado como política en algunas compañías, expertos de WeWork destacan que no es necesario renunciar a la flexibilidad para construir una cultura fuerte, siempre que exista una estrategia clara.

El reto actual es diseñar culturas organizacionales que trasciendan el espacio físico. La cultura no depende de un edificio, sino de prácticas consistentes y valores vividos en ambos escenarios. “El trabajo híbrido no debilita la cultura, la transforma. Las empresas que entienden esta evolución están creando entornos donde la conexión humana sucede tanto en la oficina como fuera de ella.”, explicó Nicolás Sánchez, Head of Sales de WeWork para la región Andina.

Con base en su experiencia acompañando a empresas en la región, los expertos de WeWork presentan las siete estrategias más efectivas para fortalecer la cultura empresarial en modelos híbridos:

  • Construir relaciones desde la confianza y la autonomía
    La cultura se fortalece cuando los colaboradores sienten que se confía en ellos. Los líderes deben centrarse en resultados y no en presencia física.

  • Definir valores claros y vivirlos en el día a día
    La identidad organizacional se sostiene en valores que se refuerzan de manera constante. Recordarlos en reuniones, integrarlos a la comunicación interna y convertirlos en parte de las decisiones estratégicas permite que el equipo los adopte y los lleve consigo.

  • Conexión y comunicación constante y clara

La presencialidad estratégica sigue siendo importante. Espacios funcionales, colaborativos y flexibles fortalecen la integración del equipo. Pero la cultura también se nutre en espacios virtuales: canales temáticos, encuentros sociales online, talleres, dinámicas informales y actividades de voluntariado.

  • Reforzar rituales que unen al equipo

Las rutinas compartidas construyen identidad. Reuniones semanales, espacios de reconocimiento, cafés virtuales o celebraciones periódicas permiten mantener la cohesión, independientemente del lugar de trabajo. 

  • Invertir en formación continua
    El aprendizaje es uno de los elementos más valorados por el talento actual. Programas de capacitación en habilidades técnicas y blandas fortalecen al equipo y demuestran el compromiso de la empresa con el desarrollo profesional.

  • Aprovechar la tecnología para medir y fortalecer la cultura

Plataformas de reconocimiento digital, encuestas de clima laboral y soluciones de colaboración ayudan a monitorear cómo se sienten los equipos y a detectar oportunidades de mejora en tiempo real.

  • Promover un liderazgo visible y empático

Los líderes son quienes modelan la cultura. Su cercanía, claridad y capacidad para escuchar determinan la forma como los equipos trabajan y se relacionan. Un liderazgo accesible, que acompaña y reconoce, genera cohesión.

En un mercado laboral que demanda flexibilidad y bienestar, WeWork señala que la clave no es volver al pasado, sino adaptar la cultura al futuro. Las compañías que logren construir entornos híbridos donde las personas se sientan conectadas, valoradas y parte de algo más grande serán las que alcancen mayores niveles de retención, productividad y compromiso.