Se trataba de un vigilante oriundo de Boyacá y residenciado en esta capital, que respondía al nombre de Andrés Fernando Bello Castiblanco, de 36 años y trabajaba como guarda de seguridad en el hostal Costeño Beach. 

Según la información preliminar, el vigilante había terminado su turno nocturno y decidió refrescarse en el mar antes de regresar a su lugar de descanso.

Minutos después de ingresar al mar, fue visto flotando sin reaccionar. El fuerte oleaje lo llevó hasta la orilla, donde varias personas intentaron auxiliarlo, pero ya no tenía signos vitales.

Unidades del CTI de la Fiscalía realizaron los actos urgentes y trasladaron el cadáver a Medicina Legal para establecer con precisión las causas de la muerte.