Su progenitora fue la que se dirigió a su cuarto y se topó con la dantesca escena, por lo que alertó a los vecinos y luego dieron a conocer el caso a la policía.

El suicida respondía al nombre de Daniel de Jesús Castañeda, quien tenía 32 años, era muy apreciado por sus vecinos.

El joven se dedicaba a los oficios varios, pero se encontraba sin trabajar, situación que presuntamente lo habría podido llevar a tomar esa absurda decisión de poner fin a su existencia.