A pesar de la alta informalidad y del cierre de varias calles, El Rodadero mantiene su reactivación desde septiembre de 2.020

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Por : Odín Vitola

Las Fuerzas Productivas de El Rodadero en su gran mayoría se muestran contrarias a lo que pretende hacer creer la administración distrital, en el sentido de que las inconclusas obras de remodelación del Camellón, son las que reactivan económicamente al citado balneario turístico.

Según coinciden los quejosos, desde septiembre de 2.020 cuando se reabrieron las playas tras dos años de restricciones por razones de pandemia, el otrora exclusivo sector muestra su crecimiento en cuanto a la afluencia de turistas, aunque no de la misma calidad de tiempos anteriores.

Del mismo modo consideran que el cierre de algunas calles promovido por la alcaldía para favorecer a sus amigos propietarios de restaurantes, causan más problemas que beneficios, pues se estrangula la movilidad, con perjuicios para hoteleros, comerciantes y prestadores de los servicios turísticos en general.

Mientras siguen las mentiras desde la alcaldía y desde la Promotora Turística, el citado Camellón sigue afectado por la alta presencia de indigentes, jóvenes delincuentes, consumidores y expendedores de alcaloides e igualmente por el ejercicio abierto y descarado de la prostitución, que tornan el sector en un lugar peligroso y no propiamente el ideal para los paseos familiares.