Santa Marta fue el epicentro del derroche de dinero por la rama judicial, que se queja de no contar con la conectividad requerida

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Odín Vitola

 El distrito de Santa Marta fue el epicentro de la más ruidosa fiesta que haya tenido la rama judicial del país, por los dos mil millones de pesos gastados en un evento, cuando al mismo tiempo quienes participaron de la rumba, en su gran mayoría, se quejan por la falta de conexión a la red internet. 

Fueron dos días, jueves 17 y viernes 18 de noviembre, durante los cuales 650 trabajadores del poder judicial, se hospedaron en el hotel Irotama con todos los gastos pagos, incluyendo los tiquetes aéreos. La organización del certamen aseguró que el licor en la parranda vallenata con “El Chiche” Maestre, corrió por cuenta de cada uno de los participantes.

Esos dos mil millones de pesos hacen parte del presupuesto que el Ministerio de Hacienda le entrega a la Rama Judicial para su sostenimiento, pero que fueron invertidos en una ruidosa fiesta, lo que ha generado todo tipo de cuestionamientos y rechazos de abogados litigantes no sólo de Santa Marta, sino de todo el país, al igual que de la prensa.