De 7 años 6 es la condena a prisión que, con beneficio de casa por cárcel bajo vigilancia electrónica, deben purgar el dueño del Irotama y quien fuera su asesora jurídica

El Juzgado 4º. Penal del Circuito de Santa Marta los encontró responsables de ser coautores de fraude procesal 

Tres de sus inmediatos colaboradores también fueron condenados a la misma pena, pero por falso testimonio

El dueño del reconocido y prestigioso Hotel Irotama, Héctor Mario Díaz, y su directora jurídica para la época de los hechos, Margarita Perdomo, fueron condenados a 7.5 años de prisión con el beneficio de casa por cárcel bajo vigilancia electrónica, tras ser hallados responsables de fraude procesal y falso testimonio, según fallo proferido ayer por el Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Santa Marta.

Sus inmediatos colaboradores; Rubén Darío Sosa, administrador del edificio; Carmen Cecilia Parra, representante legal del conjunto cerrado del Irotama, y José Alfredo Noche, jefe de seguridad, fueron igualmente cobijados como la misma sanción, pero como responsables de falso testimonio.

Todos quedan inhabilitados para ejercer funciones o cargos públicos por el mismo periodo de la pena, y deberán pagar una multa de 400 salarios mínimos legales vigentes.

Los hechos que dieron pie a la sentencia condenatoria se iniciaron el 10 de julio de 2.006 cuando el inversionista Jorge Díaz Jacded, instaló la valla que daba cuenta de la próxima construcción de su establecimiento hotelero, en atención a las normas establecidas y con autorización de una de las Curadurías Urbanas de Santa Marta. Ese proyecto era la competencia para el Irotama.

Sin embargo, Héctor Mario Díaz, del Irotama, aseguró que la valla que daba cuenta del trámite respectivo, jamás fue instalada durante el proceso del trámite, sino después de haber sido entregada la licencia.

En octubre de ese mismo año, trabajadores del Irotama aseguraron ante una Notaría, que jamás fue instalada la valla relativa a la construcción del hotel. Ese litigio terminó finalmente con la sentencia condenatoria que cobija a los antes mencionados.

El dueño del Irotama y sus colaboradores son representados por el conocido abogado Jaime Granados y esa decisión de primera instancia ha sido apelada, razón por la cual el caso pasará al Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Marta que definirá la situación jurídica, de la que se espera una decisión antes de noviembre próximo.

Por: Odin Vitola