¿Hasta cuándo? Reflexión desde el periodismo que informa y también sufre lo que informa. ¡Liberen a Lyan ya!

Por: Yami Periodista

El reciente secuestro del pequeño Lyan en Cali sacudió a Colombia entera. Su rostro inocente, su historia abruptamente interrumpida por manos criminales, nos recuerda en carne viva que en este país ser niño ya no garantiza estar a salvo. Que una ciudad como Cali, golpeada por el miedo y la impunidad, clama a gritos por una seguridad que cada día parece más lejana.

Lyan no es solo un nombre ni un caso aislado. Es el símbolo de una ciudad herida, de una nación desgastada por la violencia que muta y crece sin control. El secuestro, un delito que muchos creían del pasado, revive con fuerza y demuestra que ni siquiera la infancia está fuera del alcance de las redes delictivas.

¿Dónde están las autoridades? ¿Dónde están las políticas públicas eficaces, la presencia estatal real, la acción inmediata desde la Presidencia hasta los gobiernos locales? La desidia institucional es tan peligrosa como los criminales armados. Mientras se discuten teorías en los escritorios del poder, las calles se llenan de angustia, las familias de temor y los medios de casos que duelen, una y otra vez.

Desde Radio Magdalena y Radio Rodadero, como medios comprometidos con la verdad y el sentir ciudadano, alzamos nuestra voz no solo para informar, sino para reclamar. No podemos acostumbrarnos a informar tragedias como si fueran parte del paisaje diario. Nos duele cada niño secuestrado, cada familia rota, cada ciudad sitiada por la delincuencia. Nos duele tener que contar estas historias.

Este no es solo un llamado a las autoridades, es un grito colectivo por el derecho a vivir sin miedo. Un grito que esperamos sea escuchado desde la Presidencia de la República, Ministerio de Defensa y hasta el último CAI de barrio. Lyan merece justicia. Cali merece seguridad. Colombia merece un gobierno que se duela y actúe.