7 de cada 10 jóvenes en Colombia padecerían de síndrome del impostor a causa del uso de redes sociales - La emisora que quieren los samarios

7 de cada 10 jóvenes en Colombia padecerían de síndrome del impostor a causa del uso de redes sociales

El síndrome puede aumentar hasta en un 40% los episodios de ansiedad

Un 56% de los jóvenes considera que no tiene un “nivel de vida” interesante y un 66% afirmó que desearía llevar una vida similar a la que tienen algunas las personas que siguen en redes sociales.

·        El pulso fue realizado por el centro colombiano de bienestar integral Mente & Alma, especializado en tratamiento contra la ansiedad y depresión.

Aproximadamente un 69% de jóvenes entre los 15 y 28 años padecerían del síndrome del impostor lo que, a su vez, aumentaría hasta en un 40% las posibilidades de sufrir episodios de ansiedad, según lo reveló un pulso realizado por el centro colombiano de bienestar integral Mente & Alma, que se especializa en tratamientos conta la ansiedad y la depresión.

Según el centro de bienestar -que aplicó un breve test para medir los niveles de ansiedad en 400 jóvenes consultantes en varias regiones del país-, 7 de cada 10 personas consultadas mostraron claras señales de sentimientos de insuficiencia, falta de confianza y un temor recurrente de sentirse juzgados y poco valorados por otros, en relación con sus competencias, habilidades o inteligencia, lo que puede coincidir con características relacionadas con el síndrome del impostor.

Según lo explica Lorena Gómez, coach, terapeuta holística, psicóloga y directora de Mente & Alma, “vivimos en una era donde es común que las personas, y sobre todo los más jóvenes, consideren que una vida de éxito está ligada al número de seguidores o likes en redes sociales, o a vidas que parecen perfectas con trabajos soñados, viajes y lujos. Lo que, de seguro, desencadena condiciones de ansiedad, estrés o depresión que pueden ser de mucho riesgo para la salud mental”.

El pulso también reveló que un 56% de los jóvenes considera que no tiene un “nivel de vida” interesante, y un 66% afirmó que desearía llevar una vida similar a la que tienen algunas las personas que siguen en redes sociales.

¿Qué es el síndrome del impostor? 

El síndrome del impostor es una condición psicológica que se caracteriza por identificar en las personas señales en las que se sienten que son un fraude, que sus logros conseguidos no han sido por mérito sino por suerte, y que en cualquier momento van a ser descubiertas como “impostores”.

Cuando este sentimiento es recurrente, el síndrome se convierte en ansiedad, pues las personas comienzan una lucha por demostrarse así mismas y a los demás que no son impostores, generando un ciclo que termina socavando la autoestima y que puede conllevar a estados de depresión.

“Las redes sociales han creado un espejo distorsionado de la realidad, donde solo se muestran los triunfos y nunca los fracasos, y entonces se convierten en un combustible ideal para que síndromes como el del impostor o condiciones de ansiedad se revelen con mayor fuerza y a edades más tempranas”, afirmó Lorena Gómez. 

¿Cómo evitar caer en el síndrome del impostor y la ansiedad?

El centro de bienestar integral Mente & Alma también informó que, a los jóvenes que mostraron en el test características asociadas a un posible síndrome del impostor y de ansiedad, se les está tratando con una sesión especial de orientación psicológica y fortalecimiento de capacidades con la aplicación de diferentes técnicas como:

·       Técnica de la silla vacía: actividad que permite a la persona dialogar con una parte de sí misma o con alguien significativo (real o simbólico) a través de una silla vacía, lo que facilita expresar emociones y pensamientos reprimidos, especialmente aquellos ligados a la autoexigencia y la inseguridad, ayudando a reestructurar la forma en que se percibe a sí misma.

·       Ejercicios de desintoxicación de redes sociales y generación de hábitos saludables: consisten en reducir el tiempo de exposición a redes sociales para evitar comparaciones dañinas y reforzar rutinas positivas como el ejercicio, el sueño adecuado o la lectura, con el fin de mejorar la autoestima, el foco mental y el bienestar general.

·       Técnicas de sobreexposición: implica enfrentar, de manera gradual y controlada, situaciones que normalmente generan ansiedad o evitan por miedo a “no ser suficientes”, como hablar en público o recibir elogios, con el objetivo de demostrar que pueden desenvolverse bien y ganar seguridad.

·       Defusión cognitiva: es una técnica de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) que ayuda a ver los pensamientos negativos como simples ideas que van y vienen, sin necesidad de creer o actuar según ellos, lo que reduce su impacto emocional y da más libertad de acción.

·       Reestructuración cognitiva: permite identificar pensamientos automáticos o creencias erróneas como “no merezco lo que tengo” y reemplazarlos por otros más realistas, mediante ejercicios de análisis y cuestionamiento que ayudan a cambiar la interpretación que la persona hace de sí misma y de sus logros.

·       Diálogo socrático (mayéutica): a través de preguntas reflexivas y estratégicas, el terapeuta guía al paciente para que él mismo descubra contradicciones o falencias en sus creencias negativas, promoviendo así una comprensión más objetiva y compasiva de su valor personal.

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