馃敶 #Naci贸n | Amenazas y atentados contra alcaldes, gobernadores y congresistas se multiplican en Colombia
En Medell铆n, Cali y Huila se han destapado planes criminales contra mandatarios y l铆deres pol铆ticos
La democracia est谩 en riesgo: pensar diferente no puede costar la vida.
Por: @YamiPeriodista
Colombia atraviesa un momento cr铆tico. A las ya alarmantes cifras de amenazas y atentados contra alcaldes, gobernadores y l铆deres pol铆ticos, se suman los recientes hechos en Medell铆n y Cali, que han encendido todas las alertas.
En la capital antioque帽a, el alcalde Federico Guti茅rrez, su secretario de Seguridad y varios concejales denunciaron amenazas de muerte provenientes de estructuras criminales y disidencias de las FARC, incluso con ofrecimientos de millonarias sumas para ejecutar los ataques.
En Cali, el propio alcalde Alejandro Eder y la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, confirmaron un plan de atentado en su contra, atribuido a la columna Jaime Mart铆nez de las disidencias, lo que oblig贸 al refuerzo inmediato de sus esquemas de seguridad.
La situaci贸n no es aislada. En el Huila, el representante a la C谩mara Julio C茅sar Triana sali贸 ileso de un ataque armado mientras se desplazaba en carretera, un atentado atribuido tambi茅n a disidencias de las FARC. A su vez, la congresista Lina Mar铆a Garrido, segunda vicepresidenta de la C谩mara, ha denunciado reiteradas amenazas de muerte, que no han tenido respuesta efectiva del Estado.
El panorama es desolador. Seg煤n la Misi贸n de Observaci贸n Electoral, en lo corrido del a帽o ya se han registrado m谩s de un centenar de agresiones contra liderazgos pol铆ticos, siendo las amenazas la principal modalidad, aunque los atentados y asesinatos van en aumento.
El mensaje es claro: quienes no piensan como el actual gobierno, o quienes se convierten en obst谩culo para las organizaciones criminales, est谩n en riesgo. Se trata de un golpe directo a la democracia y al derecho ciudadano de elegir y participar sin miedo.
Lo que pasa en Colombia no puede normalizarse. La violencia pol铆tica no puede ser la respuesta al debate de ideas. El pa铆s necesita que el Estado cumpla con su obligaci贸n de proteger la vida, sin distinciones ideol贸gicas, porque cada amenaza, cada atentado y cada asesinato contra un dirigente p煤blico es tambi茅n un atentado contra la democracia.
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