Tres semanas se han cumplido con el cierre parcial de la Campo Serrano, sin que se inicie la anunciada intervención

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Odín Vitola

Tres semanas se han cumplido desde que el señor Diego Armando López Ortega, en su condición de gerente del Sistema Estratégico de Transporte Público, afirmara a esta casa radial que ya estaba dispuesta la maquinara necesaria en la Campo Serrano, para iniciar la intervención y así habilitar para el Setp, esa arteria comercial de la ciudad.

Hasta la alcaldesa Virna Johnson y el gobernador Carlos Caicedo, ajeno a la obra, hicieron su show con palas en mano, para hacerles creer a los samarios que ya arrancaban las obras, que entre otras cosas no gestionaron, sino que encontraron financiadas por el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, pero que ellos en diez años de gobierno, no han podido terminar ni poner en servicio.

Ni Caicedo como alcalde ni Virna como gerente del Setp lograron en ese entonces avanzar y hoy, una década después, presumen ser los grandes gestores y hasta les atribuyen a los vendedores de la Campo Serrano, los 10 años de retrasos que tiene el proyecto en su ejecución.

Entre tanto López Ortega, con el desgastado discurso de los de antes y de atribuirle responsabilidad al ex presidente Duque, no asume su responsabilidad y en forma descarada y sin recato alguno, les miente a los samarios.