Extranjeros se llevan una mala imagen de El Rodadero y Santa Marta en general, por culpa de las aguas residuales y las basuras.

Una ciudadana de origen brasilero, eleva su queja pública y exhorta al gobierno local a trabajar por la ciudad.

Son muchos los turistas extranjeros los que por estos días visitan a Santa Marta, motivados por las referencias y los materiales fotográficos y fílmicos de los exóticos paisajes naturales de la ciudad y de sus alrededores. 

Sin embargo, al llegar a “La Perla de América” la impresión no es la mejor, por culpa de las aguas residuales por las calles de El Rodadero, y la gran cantidad de basuras que invaden calles y andenes, con altos riesgos de infecciones y enfermedades.

Como si fuera poco, la carrera segunda sigue intransitable ante una intervención inconclusa y abandonada, sin que ni los mismos nativos sepan para qué se hace. Hay que sumarle el estresante caos vehicular. 

Todo lo anterior se conjuga en una mala imagen de la ciudad como destino turístico, mientras Cotelco como gremio sale a decir mentiras, al dar cuenta de un inexistente lleno hotelero.

La alcaldesa, por su lado, nada tiene que decir y su encargada de la Oficina de Turismo en forma caprichosa cierra Playa Blanca antes del mediodía, con grandes perjuicios económicos para los turistas, pero también para los restaurantes, lancheros, carperos, trenseras, vendedores estacionarios y ambulantes y toda aquella amplia oferta de servicios turísticos.