Elí Mejía Mendoza, más conocido como ‘Martín Sombra’, murió este lunes 19 de mayo en el Hospital El Tunal, en el sur de Bogotá. Fue uno de los hombres más temidos de las extintas Farc, señalado por custodiar a secuestrados durante años en campamentos selváticos.
Su figura quedó marcada en la memoria del país como el ‘carcelero’ de la guerrilla, responsable de vigilar a políticos, militares y policías que cayeron en manos del grupo armado. Entre ellos, nombres como Íngrid Betancourt y Clara Rojas. Además, participó en cruentos ataques como la toma de Mitú y el asalto a la base militar de Girasoles.
Tras su captura en 2008, se sometió a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), donde reconoció delitos como el reclutamiento de menores y la construcción de campos de detención clandestinos. No obstante, en febrero de 2020 volvió a ser capturado en Bogotá, en el barrio Molinos, por su presunta participación en el secuestro del ganadero Samuel Estupiñán, ocurrido en 2017 en Caquetá.
Durante ese operativo fue hallado con evidentes signos de deterioro físico, apoyado en muletas y sin ofrecer resistencia. El video de su detención lo muestra cabizbajo, escuchando en silencio la lectura de la orden judicial.
Aunque fue beneficiado por el proceso de paz de 2016, su nueva captura puso en entredicho su permanencia en el sistema transicional. Sin embargo, en julio de 2024, la JEP decidió mantenerlo bajo su jurisdicción, argumentando que no había pruebas concluyentes de un incumplimiento deliberado. Se destacó su aporte a la verdad, especialmente en casos de reclutamiento forzado de menores.
El proceso penal por el secuestro de Estupiñán seguía su curso en la justicia ordinaria. ‘Martín Sombra’ enfrentaba el juicio en libertad, tras vencerse los términos de detención preventiva. Su muerte pone fin a una historia cargada de dolor, temor y guerra, que marcó uno de los capítulos más oscuros del conflicto armado colombiano.
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