Varias ciudades del país fueron escenario este martes de marchas propalestinas que, más allá de la solidaridad, dejaron ver una fuerte carga emocional y poco análisis histórico sobre el conflicto.
En Bogotá, los manifestantes exigieron al Gobierno cortar relaciones comerciales con Israel, mientras en Medellín algunos actos terminaron en desmanes y enfrentamientos con la policía.
Aunque la causa se presenta como una defensa de los derechos humanos, muchos desconocen los orígenes, matices y responsabilidades de ambas partes en una guerra que lleva décadas.
Colombia necesita más reflexión y menos consignas importadas; entender la historia antes de salir a las calles sería un buen punto de partida para construir una voz verdaderamente informada por la paz.
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